domingo, octubre 30, 2005

APOCALIPTYCA EN COSTA RICA




Mencione mi interés de asistir a la presentación de uno de los más destacados grupos de metal instrumental, Apocalyptica, pues contra viento y marea me hice del dinero para comprar la ansiada entrada y corrí presuroso a adquirirla, cosa que no fue nada sencillo, luego de un recorrido por el Mall San Pedro y alguna que otra heladería no me fue posible encontrar tickets disponibles, mi última oportunidad se centraba en una gran bodega comercial en Desamparados, y en una carrera contra el tiempo mientras hacia cola frente a la ventanilla, pues ya iban a cerrar, logré adquirir el último tiquete del día apenas cuando la muchacha de la ventanilla colocó el letrero de cerrado.


El día del evento estaba ya a las 4:30 pm haciendo fila frente a las puertas del Planet Mall con algunos amigos, todos ansiosos por que llegarán las 8:00, cuando abrirían las puertas, cierto que la espera es horrible pero la convivencia mientras llega el concierto es algo que dá un valor agregado al evento, se hacen nuevos amig@s, se comparte, se vacila y el tiempo se pasa entre “gallitos”, birrillas y fotos. Eso si lo peor es cuando llega la hora y aquello se convierte en una estrella de neutrones, una cantidad enorme de masa concentrada en un volumen muy pequeño en la que se dan pulsaciones de calor, gases, empujones, gritos, mentadas de madre y otros efectos conocidos en la radioastronomía, al final viendo que aquello no avanzaba y que a escasos metros de donde me estaban comprimiendo era todo espacio y libertad, decidí salirme del tumulto e irme a dar un respiro, claro perdí contacto con los compas y fue imposible volver al lugar donde antes estaba, pero a final de cuentas ingrese cómodamente diez minutos después que ellos y con personas que habían llegado tres horas después que mí, creo que después de todo las largas esperas antes del concierto se pueden ir al carajo.


Como ya me da pereza de escribir más acerca de lo que ocurrió, la info sobre como estuvo el chivo lo pueden leer en algún sitio especializado en esas varas ( especial apocalyptica en C.R.), ya que su servidor, aunque amante de la música, no se considera crítico ni nada por el estilo (bueno realmente sí, pero no quiero ahondar en el tema).

lunes, octubre 17, 2005

VIENE APOCALYPTICA Y... ¿IRON MAIDEN??

Hace algún tiempo me quede con las ganas de asistir a un tributo que un grupo de tiquicia le hacía a la banda finlandesa de metal que en lugar de guitarras toca violincellos: Apocalyptica. Ahora unos amigos que tienen un grupillo tenían un chivo donde el plato fuerte de la noche eran los temas de la mega banda Iron Maiden y yo ansioso por quitarme de encima un poco de estrés acumulado en las primeras semanas de la U, ni lerdo ni perezoso me fui a mover la jupa y a disfrutar de los efectos de un buen Metal tiene sobre el cuerpo –principalmente en los oídos—. Black Sabbat, Deep Purple, Rata Blanca, Ángeles del Infierno, Barón Rojo, Mägo de Oz, Led Zeppelín, Emerson Lake & Palmer y otros grupos fueron interpretados aceptablemente por el grupillo este, dejando para el segundo set temas como Rainmaker, The Wicker Man, Iron Maiden, Fear Of The Dark, Wasted Years y The Trooper todos nacidos con la cara de Edie y sangre inglesa. Se pasó de lo mejor y al final terminamos en un bar buscando un nuevo nombre para la banda (sugerí que se nombraran Los Madrigoloides pero no me hicieron mucho caso) y gritando: Vamos al sur, al sur, a Panamá.
Volviendo a lo del tributo a Apocalyptica, tenía ganas de ir y no fui porqué —cuando se presentará la oportunidad de ver a los de verdad — me preguntaba y era el tributo o nada, se imaginarán mi sorpresa cuando explorando Internet veo en lista de los próximos conciertos del grupo: 10-22-05 Planet Mall Costa Rica, sí ahora si son los de verdad, Apocalyptica en Costa Rica y podré ir a verlos… bueno si es que logro ajustar la plata para la entrada. Tal parece que lo del tributo fue un buen agüisote para Apocalyptica, me pregunto entonces funcionará lo mismo para Iron Maiden. Solo el tiempo lo dirá, esperemos que así sea.

domingo, octubre 16, 2005

Smoke on the Water

En medio de la algarabía de la feria local decidí irme de paseo y cambiar de ambiente por uno más relajado como el que se podría encontrar en alguna fuente de aguas termales; y fue hacia un destino así al que dirigí mis pasos. Llamé a unos amigos y acordamos salir el viernes a las 11 a.m. con destino a una pared rocosa, en medio del bosque tropical, cuya principal cualidad es la temperatura de las aguas que de ella brotan. Veintinueve horas después de lo acordado viajaba yo en un destartalado autobús, pensando en que si la única persona que no había desertado del viaje, estaría aún esperando en la parada, cosa que, afortunadamente, así fue.

Una hora después, atravesábamos ríos saltando cual gacelas entre resbaladizas rocas, bueno, al menos yo sí lo hacía; mi compañero optó por quitarse los zapatos, cambiarse los jeans que vestía por una bermuda y atravesar la corriente a pie; un método que requiere menos agilidad pero que siempre envolvía su riesgo debido al
enorme cangrejo, de unos 25 cm, que al verse acorralado corrió a ocultarse dentro del río, en algún lugar del trayecto entre la otra orilla del riachuelo y los desnudos pies de Varo mi compañero. Por fortuna – para el cangrejo – los gordos dedos pasaron lejos del alcance de las potentes tenazas. El trillo pasaba entre enormes árboles centenarios y verdes parajes, yo con mi enorme mochilla de explorador en la espalda, me sentía en lo más profundo de la selva costarricense, lejos de toda civilización – algo así como en Jurasic Park, aunque en realidad estaba a menos de un kilómetro de la carretera principal – así después de un breve trecho entre agua, tierra, hojas, verde y más verde; al tocar con mi mano un pequeño flujo de agua que recorría unas rocas, tuve la alegre sensación del calor, habíamos llegamos a nuestro destino.


La puesta en pie de la tienda de campaña fue la prioridad número uno – bueno la de mi amigo fue abrir una lata de cerveza – la cosa precisaba, el ocaso y la lluvia no tardaban en caer, así que en busca del lugar apropiado recorrí el área. De aquel sitio donde solo existían unos hoyos en el barro llenos de agua tibia, como la última vez en lo visite, casi nada quedaba, el sitio que tenía en mente para poner la tienda era ahora ocupado por una gran piscina alimentada por un chorro vaporoso, los charcos donde caía el agua son ahora piletas de concreto y piedra de río, definitivamente el lugar a cambiado, y para bien, pues ahora es más amplio y cómodo, sin estropear el ambiente natural en que se encuentra. Finalmente optamos por poner la tienda en una alta explanada que tiene la finalidad de servir como parqueo ¡como parqueo! pues sí, aparte de los cambios antes mencionados se me olvidaba decir que ahora se puede acceder en auto –4x4 recomendado – hasta las mismísimas aguas termales; una lástima que la gente se tenga que privar ahora de un paseo por el bosque para poder llegar, lo cierto fue que yo no lo hice y me alegro mucho de ello, la corta caminata vale cada paso. Una vez colocada la tienda en su sitio, ¡¡¡¡¡a disfrutar!!!!!!! Lo malo era que ya era tarde y no tardo en crecer la oscuridad, aumentada por la sombra de los grandes árboles bajo los que nos refrescamos en medio de las aguas.

“Agua caliente que recorre mi cuerpo, cae en concentrado chorro sobre mi espalda, recorre mis hombros y descansa en mi cabeza, mientras sumergido en cristalino pozo de blancos vapores, la oscuridad se apodera del espíritu del bosque.”

Que poético ¿no?, pues si, se hizo de noche y yo estaba en el agua, empezó a llover y yo estaba en el agua, tomaba mi cerveza y estaba en el agua, acabo de llover, salieron las serpientes y yo estaba en el agua; lo de las serpientes es cierto – principalmente para las venenosas que salen de noche – pero bueno, de momento no nos preocupamos y los ofidios tampoco, pues no se dignaron a aparecer, al menos no los vimos, y es que no podía ver ni mis manos pues la oscuridad era tan densa que sugerí a mi amigo encender un cigarrillo para no hablarle más a lo negro de donde emergía su voz y poder ver donde se encontraba guiado por braza de su cigarro. Y es que hablar con alguien que no puedes ver se siente raro, algo así como hablar con tu conciencia, solo que ahora responde y conversa sobre familia, mujeres, alcohol, sexo, anime, más mujeres, más sexo y mucho más anime – ¡la conciencia era Varo que esperaban! – es decir casi lo mismo de la verdadera, solo que con más anime, menos inteligencia y mucho menos mujeres que la real..
Pero bueno teníamos que salir del agua a alguna hora, como a las 10:30 pm nos retiramos a la tienda, arrugados como pasas y en total oscuridad, gracias a que Varo llevaba un maltrecho foco pudimos encontrar el camino hacia la tienda. Luego de n intentos por encender un fuego que nos alimentara y calentara, pues la técnica de esconder la leña bajo la tienda para evitar que se mojara no funciono, optamos por abrir un atún echarle mayonesa y zamparlo con pan cuadrado, muy rico y novedoso, claro que mi compañero pensó que el atún venia vivo o algo así y de un solo cuchillazo atravesó la lata, cosa de lo que nos percatamos al llenarse la tienda de aceite de pescado, el resto del menú lo completaron unos marshmallows –la fe era comerlos derretidos al calor del fuego– que acompañe con atún, cosa que por el bien de su sistema digestivo les recomiendo no hacer. Una vez comido y bebido intente dormir en medio de aquel aroma a atún que llenaba toda la tienda.
Al amanecer, luego de 1 hora de sueño, volvimos otra vez a las piletas, solo que ahora el encargado del lugar –¿¡tienen encargado!? –nos miraba misteriosamente y muy amable nos comunico que en aquel lugar estaba prohibido acampar y que eran ¢1000 por la entrada, bueno solo nos cobró un día por lo menos, así que a guardar al tienda y disfrutar la mañana, que se alegró al llegar más visitantes y entre ellos lindas jovencitas en traje de baño.

Llegado el momento de partir, recogimos todo y nos pusimos en marcha a espera el autobús, pero pasó primero un pick-cap. El carro se detuvo donde nuevamente comenzaba el pavimento –el camino recorrido hasta entonces era de grava– pues el transito vehicular estaba bloqueado por el famosísimo Tope, así que tuve que emprender camino a casa entre caballos y boñigas, mencione en el blog anterior que no se vendía licor en las calles, pues es cierto porque ahora lo regalaban, el guaro de caña en bolsitas sabe mejor…

Hasta pronto, esperaré poder seguir informando los infortunios de Madrigoloide

domingo, octubre 09, 2005

Festejos Patronales

Llega un momento en el año en que todo pueblillo celebra sus festividades y como parte de este inevitable asunto en presentes días le tocó al mío demostrar que la gente no se cansa de ir todos los años a la misma fea festividad, con los mismos puestos de siempre, con los mismos chinamos de siempre, con las mismas “atracciones” de siempre, como en una absurda reiteración de actividades que consisten en ir a misa, comerse un tamalito en la cocina, comerse un arroz cantones, un maní garapiñado, un algodón de azúcar y luego hacer que los niños regurgiten todo lo comido en la famosísima y milagrosamente mantenida en pie Rueda de Chicago. Y es que realmente no se ofrece nada nuevo ni se da a conocer nada viejo, ninguna novedad, ninguna atracción que nos recuerde porque un día a alguien se le ocurrió celebrar las festividades del santo patrono del lugar.

Actividades culturales que realmente aporten y entretengan al público son inexistentes, el…. ( realmente no sé como llamarlo, ¿kiosco? no, ¿anfiteatro? no, ¿plazoleta? no, ¿centro del parque? no ¿galera? tibio ¿techado? tal vez, ¿lugar donde se consumen drogas? ¡casi!.) el lugar ese que algún “genio” de la “arquitectura” vislumbro como el principal espacio del parque, algo así como el punto amarillo de pus en una espinilla, no sé si me doy a entender, bueno el lugar ese en el parque, caracterizado por si funcionalidad (amantes, vagos, basureo, sexo, drogas, alcohol, ebrios, políticos) menos para las actividades artísticas, ¿será que no hay talento en el cantón o al menos gente capaz de organizar una linda velada que no “a-burra”?. Claro después alguna gente crítica a la juventud porque solo en cantinas, bares y drogas anda, por supuesto que no lo justifico pero dónde están los espacios para los jóvenes en una noche de festejos patronales. (Que no sea en un barzucho, a 40ºC, sin respirar y con una música de….. pero bueno eso es tema de otro día.)

Realmente son del agrado de San Ignacio de Loyola (el santo, no la parroquia, que de esa suponemos la respuesta) las fiestas que aquí se celebran, son acaso más sanas solo por no ofrecer al público lujuriosas bebidas alcohólicas.

Por eso Fiestas en Acosta, no gracias.

sábado, octubre 08, 2005

Feliz Cumpleaños

MADRIGOLOIDE

Resulta que un día de estos, un día más perdido por hay, cumplí años, un año más que vivir y un año menos para morir. Y es que a partir de cierta edad los años se arremolinan y vienen atropelladamente a caernos encima, sin ton ni son arremeten un día contra la puerta de nuestra madriguera y entran para quedarse en el cubil donde secretamente almacenamos nuestra edad.

Recuerdo cuando era un niño (niño en edad), el día de mi cumpleaños era el día más importante del año, aparte de la Navidad, y no era para menos ese día yo era el centro de atención del mundo, de mi mundo, todos mis primos y primas llegaban a mi casa acompañados por mis tíos y con ellos ¡los regalos! que yo felizmente recibía e iba acomodando sobre la mesa hasta formar un gran montón, aunque nunca lo suficiente para mí, el cual después ansiosamente destruía el terremoto de papel y cinta adhesiva, que provocaban mis manos al sacar de las envolturas los carritos, bolas, camisas, juegos de mesa y demás juguetes que me convertían en la envidia de mis amigos durante el día. Claro nunca faltaba algún soplas que en medio de la expectativa general de toda la chiquillada, ante un nuevo regalo, soltara su frasecita – Ahhh, ya se lo que essh, es un rompecabezas — y rompecabezas le caía al pobre por echar a perder la sorpresa. Tengo que recalcar que los regalos que me daban no eran siempre muy espectaculares y al final del día cuando revisaba mis obsequios ahora en el silencio de la habitación, tenía un poco de desilusión al ver que eso que tanto quería no estaba entre la lista de artículos recibidos, aunque nunca lo manifestaba a nadie.

El menú de fiesta no es necesario ni mencionarlo, ya el lector sabrá que el arroz con pollo, los frijoles molidos, la ensalada rusa, las papas tostadas y un fresco de frutas son componentes fundamentales y exclusivos en toda fiesta o celebración costarricense, incluidos los matrimonios, bautizos, primeras comuniones, sepelios, reuniones familiares y por supuesto fiestas infantiles, en fin “toda actividad social será acompañada por arroz con pollo” (artículo 11, inciso c de la Constitución Política de Actividades Sociales y Celebrativas de la República de Costa Rica).


Las piñatas y los que siempre lloraban por no poder coger nada en ellas, porque le cayeron encima, porque fulanito le quito un confite, porque solo cogió maní, toda una sucesión de eventos inexplicables que causaban y causan que en toda piñata algún güila siempre terminara llorando y con los mocos afuera. (me parece que este acto también se encuentra descrito en a legislación). El queque, la cara del cumpleañero en el queque, y la cara al que le toco la tajada de queque con la impresión de la cara del cumpleañero (¡maldito pedazo de pastel!). Todos esos recuerdos, el helado con gelatina, las bolsitas, el ser el centro del mundo, pasaron a mejores tiempos.

Ahora nadie me dice ni me llama para decirme feliz cumpleaños (solo unos pocos, gracias padrino, madrina y sitos web a los que estoy afiliado), los regalos son inexistentes, ahora el cumpleaños es solo un día más en el cual me siento menos joven (conste que no más viejo eso lo dejo para los 30) y aunque salí para celebrar con amigos a una noche rock que habíamos organizado en un salón por ah; tampoco nadie me deseo feliz cumpleaños, imagínese ¡este año ni arroz con pollo me hicieron!.
A pesar de todo, que vengan los años, que lleguen a montones, que con ellos sé que vendrán montones de nuevas aventuras, recuerdos y anécdotas, que el cubil donde guardo los años que cumplo todavía tiene mucho, pero mucho espacio, después de todo que son 22 años.

miércoles, octubre 05, 2005

50 Años


El domingo la familia estaba de fiesta pues una tía celebraba sus 50 añitos, hubo baile, comida, y nada de alcohol, excepto el que aún corría dentro de mí por motivo del campamento de la noche anterior, vale decir el broncón que se armó cuando mi primo de 21, he hijo de la elogiada, presento a su novia, una mujer de 30 y pico años, con dos críos y divorciada, claro eso casi nadie lo sabía –o al menos eso creyó mi primillo –.

Ayer martes, se puede decir que fue mi primer día libre y de vacaciones. El lunes lo eche a perder yendo a la capital en medio de un fuerte aguacero para recoger un promedio que me debían en la universidad, aunque el día se torno rescatable después de darme una vuelta por el cine para ver “La puta y la ballena” una producción hispano-argentina de muy buen nivel, si tienes criterio amplio recomiendo que vayas a verla. De vuelta a ayer martes, me sentí extraño había un parte en mi mente que estaba vacía, sin utilizar, sin saber que hacer con ella, al rato de reflexionar llegué a la conclusión que ese pedazo de cerebro vacío era resultado de desocuparlo del estrés y de los datos inútiles que brinda el estudio (o el hacer que se estudia, algo más cercano a mi realidad) en ese momento me dieron ganas de ponerme a hacer algo productivo con que llenar ese tiempo y mente libre que disponía, pero mejor esperé a que se me pasara e inicié la dura tarea de acostumbrarme al ocio y a la inacción, labor en la que me entretengo todavía en lo más profundo de mi madriguera.

Espero seguirte viendo por aquí.
Saludos

sábado, octubre 01, 2005

Vacaciones de Medio Año

Ahhh, al fin de vacaciones, atrás quedo un semestre más de tensiones, trabajos grupales, exámenes, tareas, exposiciones, madrugadas cafeínitas, y sobre todo me he librado, al menos temporalmente, de esa malévola legislación que persigue incesantemente al estudiante universitario, la ley de Murphy.
Bueno y para celebrarlo este pasado fin de semana organicé una pequeña escapada de casa, según yo un campamento, con algunos de mis amigos a una pequeña madriguera no muy lejos de mi pueblo, una cabañita con piscina, cosa que sería aprovechable si no hubiéramos salido del punto de reunión pasadas las 8 PM, con la mitad de gente que originalmente se había apuntado y en medio un aguacero inmemorial que cayó en nuestras expectativas de igual manera que cayo sobre la parrilla del BBQ. Me retracto Murphy no da treguas, ni aun en vacaciones.
A pesar de todo fue de maravilla, una sartén eléctrica sacada de entre los escombros hizo de parrilla y los “gallos” de salchichón estuvieron riquísimos, la tormenta que imperaba fuera de la choza daba la impresión que estar en medio de la más densa selva lejos de la civilización, aunque no lo suficiente porque luego que la lluvia cesó asomaron a la casita algunas caras conocidas, sin duda informadas extraoficialmente, del resto se encargó la camaradería, la nevera llena de cervezas, un litro de ron, y varias botellas de “leche de burra” (un tipo de licor dulce a base de aguardiente de fabricación casera e ilegal llamado con razón “contrabando”). En fin se pasó “pura vida” y hasta cerveza y guaro sobró.