miércoles, julio 19, 2006

Después de la tempestad viene la calma

VaGaciones

Dicen que él que no trabaja no come y sin duda esto es cierto la mayor parte del tiempo, excepto en algunos lapsos del año donde por motivos de legislación el trabajador/estudiante disfruta de sus muy anheladas vacaciones. Si no fuera por esta ley empírica este servidor se encontraría entonces en la más completa desesperanza y desnutrición, pues desde que la U cerró su primer ciclo lectivo no ha hecho más que dormitar y rascarse el ombligo en el cubil de la madriguera. Sin duda poder olvidar el aseo personal es un lujo que pocos se pueden dar: no bañarse, no afeitarse, no peluquearse, no peinarse (claro mientras no se tenga que estar en público, que tampoco soy un cerdo).

Sí, después de la tempestad viene la calma, el final de este semestre estuvo de infarto, casi al borde del colapso nervioso, pero lo importante fue que logre vencer al monstruo, a esa Hidra que ya una vez me había hecho morder polvo, dejándome el cuerpo roto y con olor a resina industrial quemada por el continuo trabajo de las inyectoras de extrusión, pero me levante y nuevamente la enfrenté, esta vez en solitario sabiendo que la experiencia de la caída me serviría para lograr superarla, la batalla fue desigual, solo contaba con una ración minúscula de guayabas con las que logre entretener al monstruo (es que a las hidras les encanta esa fruta) y aunque en el momento decisivo mi arma principal falló y me dejó totalmente desarmado rogando compasión ante el monstruo de cien cabezas, parece ser que las guayabas le gustaron bastante pues no tenia mucha hambre. Así que acerté el golpe final y logré derribarlo yo solito sin ayuda de nadie, hecho que creo es histórico pues aunque cientos la han derribado nadie en esta tierra la había derribado en solitario.

Las otras batallas sí que fueron una total carnicería, por la cantidad de bajas se acercan a la batalla de Stalingrado. Por eso ahora me relajo escuchando música y tratando de lograr lo que ni Einstein pudo hacer, unificar las cuatro fuerzas fundamentales del universo: Mujeres, licor, comida y el sueño (no obstante existe una cerrada discusión acerca de la existencia de nuevas fuerzas aun desconocidas).

Pero no se puede olvidar que la Hidra esta solamente herida, no muerta, ni que en el próximo semestre la volveré a encontrar y donde antes existía una cabeza, ahora dos cabezas nuevas buscarán una nueva presa a devorar. ¡GLUP!

Escrito mientras se escuchaba: Que estoy ojeando:

No hay comentarios.: