sábado, abril 15, 2006

LLevá la música: Digitalmente

Es sorprendente como el ámbito tecnológico cambia los gustos de la gente, y cada vez que un nuevo aparato aparece haciendo no-se-que-más que su predecesor vamos corriendo a comprarlo y más aun si no existe un predecesor. Y claro esto se aplica fuertemente a los reproductores de música, una sola parabra expresa lo anterior iPod ¡acaso ocupo decir más!

Aún recuerdo mi primer walkman, un Sony Fiesta, que usaba en mis primeros años de colegio, también había en casa un walkman pero eso que dicen digital, con pantallita donde aparecen las emisoras y estuche de cuero; después a mi hermana le regalaron un discman y la nitidez del CD pudo ir a casi a cualquier lugar, otro paso en el discman fue la capacidad de reproducir CD-R y CD-RW. En la navidad 2004 llegó a mis manos un Discman Panasonic con capacidad para MP3 y en un solo CD pude llevar a mis +10 álbumes o +100 canciones preferidas y escucharlas en unos audífonos tipo orejeras con un gran sonido, pero la diadema de los audífonos se quebró y fue reparada n veces hasta que a la n+1 vez que se quebró fue imposible repararla otra vez con cinta, fundición, fuego, pegamento, tronillos, ingeniería inversa y otras técnicas probadas, lástima los audífonos, pero aún estaba lo mejor que era el disman, hasta que una noche éste se cayó, nada grave le pasó pero como por arte de un macabro espíritu volvió a resbalar del escritorio y cayó al suelo, quebrándose y aumentado el daño los efectos que sobre el pobre aparato tuvo mi cólera, mientras me preguntaba como P***S se puede caer algo del centro de la mesa dos veces seguidas con apenas tocarlo. Estas acciones dieron muerte al discman con gran pesar mío, y como castigo tuve que sufrir los efectos provocados al dejar que los autobuceros eligieran la música a escuchar. ¡¡¡Fue horrible, fue horrible!!!

Casi los mismos pasos han tenido los dispositivos de almacenamiento de información, primero aquellos disquetes enormes y flexibles, luego los discos de 3½, los CD, CD-RW, DVD, memorias flash, discos ZIP, discos HDD portátiles, Blue Ray, HD-DVD. Sin embargo en los últimos años y gracias a la aparición de la música en formatos digitales (MP3, OGG, WMA, ASF) se ha dado una convergencia entre ambas cosas, los reproductores de música y el almacenamiento de datos. Los trabajos y proyectos de la U exigen contar con un manejo de datos e información rápido y confiable y es por esto que los flash-drive USB o llaves maya sean el dispositivo preferido por todos para guardar los datos, son pequeñas, 100% portátiles, no se rayan y olvídate de “quemar”, el único inconveniente será la capacidad, generalmente menor a la de un CD convencional, aunque las llaves más caras tienen 1GB, 2 GB y más de capacidad de almacenamiento. Fue por lo anterior que opte por comprarme una, tenía en mente una de 256MB, pero al llegar a la tienda algo captó mi atención, un reproductor de música digital, con radio, grabadora de voz-radio-line in, MP3, ASF, WMA, almacenamiento de datos, conector USB desplegable, lindo diseño; el precio cerca de ¢25.000, un poquillo más de lo que tenía planeado gastar en la llave maya, lo único malo era la capacidad 128MB, muy poco para un reproductor digital ( hay iPods de 40.000MB) pero teniendo en cuenta en precio y lo multifucional del aparatito a los pocos días ya estaba en mis manos, como regalo adelantado de Navidad el Mpio FY-400. Claro antes de la compra busque varias referencias en Internet sobre la marca y el modelo, algunas no muy favorables, lo que si noté fue que el precio al que se cotizaba en Amazon, ebay y otros sitios similares era muy superior al que me lo ofrecían aquí en San José, el precio más bajo estaba en la página de la compañía (www.buympio.com) a $59.99.

Hasta le momento me ha ido muy bien, lo malo: la calidad de los audífonos, y no se deje caer a menos de una altura de 15cm o se producirán graves daños físicos, como que en durabilidad el aparatito no las trae todas, ni modo, nada es perfecto.