martes, diciembre 26, 2006

Inventario Navideño

Después del 25


Abuela: (cada navidad hace su lista de compras con regalos para sus 15 hijos y cerca de 50 nietos)

  • Caja de pañuelos, caja de medias, tres unidades cada una.

Hermana: (que recién empezó a trabajar y por eso anda platilla):

  • Canguro color café.

Madrina: (mi segunda mamá, es hermana gemela de mi madre)

  • Billetera de cuero

Padrino:

  • 10.000 colones para llenar la billetera.

Ahijada: (la morena más linda y buena gente que conozco, recién termino el colegio)

  • Camisa celeste con un viquingo impreso al frente.

Niñito: (entiéndase el contenido de la bolsa que aparece al lado de mi cama el 25 de diciembre).

  • Camisa gris de moda que me hace ver más flaco.
  • Guayabera que me hace ver más bohemio.
  • Medias deportivas que me hacen ver más atlético
  • Gorra que me hace ver más ecológico.
  • Boxer (sin comentarios)
  • Shorts cargo para usar con las medias y la gorra.

Regalo Sorpresa:

  • Una prima tercera viaja a Europa y compra un hermoso par de tenis para su hermano, que es estilista y un transformista famoso, desgraciadamente el calzado le queda un poco apretado y la prima tercera toma como dedición dotar a Madrigoloide de un nuevo par de zapatos tenis simplemente fabuloso

Notas de interés.

  • El segmentar los regalos por edades ha sido una técnica útil para las compras navideñas de mi abuela, así solo compra un tipo de regalo y luego lo multiplica por la cantidad de nietos comprendidos entre el rango de edad seleccionado, deberían de ver la cara del dependiente cuando, mi tía le dice —Sí, me llevó esta carterita, alísteme una docena—.
  • Todavía me pregunto como hace la bolsa plástica llena de ropa nueva para aparecer la mañana del 25 en mi cuarto, aún cuando yo dejo el picaporte puesto antes de acostarme. Es parte del misterio navideño que mi madre no me ha querido explicar.
  • Siempre doy por un hecho que mi madre compra los regalos de mis padrinos, yo solo lleno la colilla, eso ha sido siempre así; pero este contrato no incluye a Carolina, mi ahijada de confirma, cosa de la que no soy consiente hasta que escucho su vocecita, más dulce que de costumbre diciéndome —Padrinito, quiere ver un regalito que tiene su nombre—.

¡Trágame tierra!

lunes, diciembre 25, 2006

Navidades: En Contra del Hombre de Rojo


JO JO JO

Algo extraño se ha desarrollado en mí, espero que al final lo logren, que lo desaparezcan, que lo secuestren, que una invasión de osos polares devore a todos sus enanos y no dejen ni las astas de sus imbéciles renos, sí, estoy empezando a detestar las películas de Santa Claus, esas que invaden la TV por miles y miles, cada día con un titulo mejor: El hijo de Santa, El heredero de Santa, El Niño que Salvó la Navidad, Santa en Apuros, Una Navidad en Apuros, Santa y …….cualquier locura de título cuyo argumento se resume más o menos así:

El Colacho sufre un accidente o es secuestrado o está a punto de morir o su tiempo se acaba o tiene hemorroides y es incapaz de repartir los regalos en Nochebuena, por eso busca su reemplazo, en esto no se han decidido entre si Santa hereda su cargo por consanguinidad a su hijo o busca al más trastornado personaje que lo remplace, aunque esta última generalmente es la opción más acertada, y claro el personaje debe aceptar pues de él depende el futuro de la Navidad. Y no, la Navidad no depende para nada de los Reyes Magos, ni de una familia pobre en Belén, menos de que haya paz en la Tierra y es impensable que se celebre la llegada de un niño al mundo, no, nada de eso, la Navidad depende exclusivamente de que un hombre vaya paseando su enorme trasero por el cielo gritando jojojo, y sin él no hay Navidad y ahora sí que nos llevó el carajo.


Me comprenden un poco mejor ahora, por eso no soy fanático del Gordo de Rojo, nunca me ha hecho gracia; a mí de güila los regalos me los traía El Niñito, ¿Qué como lo hacía? Pues no sé, era el Hijo de Dios y eso me bastaba como explicación sobre como un bebé era capaz de ir por el mundo dando alegría y obsequios. Aunque ahora mis creencias son muy diferentes, igual sigo preguntando a cuanto carajillo me encuentro por la calle.

¿Y qué fue lo que le trajo El Niñito? –

Escrito al compás de:

· Peregrino Gris, Confrontación

P.D: Hasta que al fin volví a escribir algo. Mensaje para mí, debo poner mayor esfuerzo en todo lo que hago y actualizar este vademécum más seguido. (¿Vade qué?)